Jesús
nació en una buena familia y creció como cualquier niño de su edad.
Ayudaba
a sus padres, rezaba, participaba de fiestas…
Un
día bajaron a Jerusalén para celebrar la fiesta de Pascua y allí con 12 años se
perdió en el Templo.
A
pesar de ser especial, él siempre tuvo las mismas necesidades que nosotros (
duerme, llora, sufre, ama…) y tiene virtudes humanas, es alegre, generoso,
fuerte, con valor, bondadoso…
Nos
enseñó a alimentar nuestro cuerpo y alma.
Con
este vídeo podrás conocer esta historia y el templo de esa época
que hoy en día
apenas existe.