Anoche tras salir sobre las 22 horas de mi parroquia por los
preparativos de la Semana Santa, en mi móvil vi diferentes mensajes
de conocidos que pasan sus vacaciones en Francia y las noticias.
Lo 1º que se siente es una profunda tristeza, ya que se ve
afectado todo un emblema muy importante.
El pasado verano estuve en Francia y es un pueblo muy acogedor y
muy religioso, con importantes edificios de gran valor como el Monte
San Miguel, el cual tuve la suerte de visitar.
Pero tras ese 1º impacto vas conociendo noticias hasta altas
horas de la madrugada y ves como la Providencia de Dios es infinita.
Se salva la Corona de Espinas y la Cruz del Altar queda intacta a
pesar del voraz incendio.
Estos días de profunda emoción y espiritualidad para mucho de
nosotros, se hace presente Dios y hace que la gente por un momento
dejen sus individualismos y se muevan en una profunda y preciosa
vigilia mundial.
Y es que la Fe como se dice, les aseguro mueve montañas y en
este caso renueva y abre el corazón de muchas personas.
Además la Solidaridad se hace presente y en ella Dios se abre
camino.
Ojalá ésto sirva para despertar conciencias y unirnos en la fe y
hacer de este mundo un lugar de esperanza y paz; porque tras una
tragedia del índole que sea, lo bueno estará por llegar siempre.
Lo material siempre se podrá restaurar mientras que la fe es un
don, un regalo de Dios que espero que muchos lo experimenten como yo
algún día, porque es maravilloso.
Que los heridos se recuperen muy pronto y vivan intensamente esta
Semana Santa como yo en mi isla.
Bendiciones desde Las Palmas de Gran Canaria, que Dios proveerá.
Un abrazo muy fuerte.